Querido Fregue:
Hace unos días, por la tarde, me senté en el pilar de la puerta de mi casa para intentar olvidarme de Él, tenía en mi la ilusión de que un auto tan solo lleve su recuerdo, intente pensar en mi respiración, imaginando a las miles de células que recorren mi cuerpo como diminutos carteros vestidos de azul (con un sombrero verde loro de lo mas gracioso) y apuradísimos por llevar aire a todas partes, reía y trataba de alcanzar a alguno, cuando Él regreso Señor, Él volvió a atormentarme tan solo para preguntarme por que es que yo hacía todo esto. Me dijo que ahora era otro y que lo deje ir pero, ¿Cómo se le pide eso a alguien?. No pude contener mis lágrimas, no entiendo por qué me trata así, si yo no hago más que amarlo cada día cincuenta centavos más.
De repente Ella vino, parecía haber bajado de una nube de colores, sonreía y me contaba cosas, no paraba de hablar. La miré secándome las lágrimas con las mangas y prestando atención a las razones por las cuales el Tranosaurio Rex es mejor que el Triceratops , en un segundo Ella fue mi respuesta Señor. Ella y todo su presente, su día a día.
El pasado Señor , como un tren que pasa con el doble de ruido que lo habitual, me amenaza todo el presente señor, es escucharlo todo el tiempo , es correr delante de él señor y no saber si las vías en algún momento terminan. Por eso le advierto señor, una revisión histórica de uno mismo es imposible, acaso ¿Hay alguien que pueda no ser totalmente subjetivo sobre el otro? ¿Quién puede llegar a tener referencias sobre uno mismo? Es todo cuanto debo informar.
Dear Prudence.-
Pd.: creíamos que podíamos y lo hicimos, al momento de bajar del cielo nos latía fuerte el corazón, sólo atinamos a quedarnos abrazados esperando una solución y pidiendo que ese momento sea eterno.-
Hace unos días, por la tarde, me senté en el pilar de la puerta de mi casa para intentar olvidarme de Él, tenía en mi la ilusión de que un auto tan solo lleve su recuerdo, intente pensar en mi respiración, imaginando a las miles de células que recorren mi cuerpo como diminutos carteros vestidos de azul (con un sombrero verde loro de lo mas gracioso) y apuradísimos por llevar aire a todas partes, reía y trataba de alcanzar a alguno, cuando Él regreso Señor, Él volvió a atormentarme tan solo para preguntarme por que es que yo hacía todo esto. Me dijo que ahora era otro y que lo deje ir pero, ¿Cómo se le pide eso a alguien?. No pude contener mis lágrimas, no entiendo por qué me trata así, si yo no hago más que amarlo cada día cincuenta centavos más.
De repente Ella vino, parecía haber bajado de una nube de colores, sonreía y me contaba cosas, no paraba de hablar. La miré secándome las lágrimas con las mangas y prestando atención a las razones por las cuales el Tranosaurio Rex es mejor que el Triceratops , en un segundo Ella fue mi respuesta Señor. Ella y todo su presente, su día a día.
El pasado Señor , como un tren que pasa con el doble de ruido que lo habitual, me amenaza todo el presente señor, es escucharlo todo el tiempo , es correr delante de él señor y no saber si las vías en algún momento terminan. Por eso le advierto señor, una revisión histórica de uno mismo es imposible, acaso ¿Hay alguien que pueda no ser totalmente subjetivo sobre el otro? ¿Quién puede llegar a tener referencias sobre uno mismo? Es todo cuanto debo informar.
Dear Prudence.-
Pd.: creíamos que podíamos y lo hicimos, al momento de bajar del cielo nos latía fuerte el corazón, sólo atinamos a quedarnos abrazados esperando una solución y pidiendo que ese momento sea eterno.-
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