He estado, por estos días, descendiendo por escaleras obscuras y estrechas, llegué a un cuarto, sin ventanas, nada se veía, estaba húmedo y el aire olía a encierro, no sabía si mis ojos estaban cerrados o abiertos, ni que hacia yo por allí, hasta que lo descubrí, riendo en un rincón, se lo notaba por demás feliz, lo encontré a Él.
Mi Amor Verdadero, ahora me mirada con una vela en la mano, dejó su rincón y se me acercó, me tomó del brazo, yo temblaba, se sentó en el piso mojado, me miraba fijo, con esa actitud q recuerdo bien. Dejó su silencio, y me preguntó por que seguía recordándolo, me atrevía mirarlo a los ojos le dije que su muerte fue para mi como caer en un pozo de lo más profundo a una cuidad vacía donde todo era gris y negro, las únicas personas que cruce por allí lloraban, a los gritos lamentando la pérdida de colores, sobre todo del amarillo.
Entonces Él, Mi Amor Verdadero, dijo q caer allí fue mi responsabilidad, que no debí sentir eso, que recuerde también cuando Él me había dicho que ya no me amaba, que deje de editar recuerdos para justificar mi soledad depresiva y desesperante, me pidió que lo deje descansar en paz, gritando pronuncio lo que nunca me voy a olvidar “Prefiero estar muerto a la vida que lleve con vos”.
Eso fue hace tiempo Señor, hace tiempo Él me grito esas terribles palabras, y no puedo olvidarlas, las escucho en mi mente cuando usted no me esta siguiendo, y me pregunto Señor ¿Cómo puede ser que esto todavía me duela? ¿O por qué no quiso amarme?¿O cómo es que se deja de amar a alguien? Si sabe al respecto le pido por favor me conteste, ¿Ha dejado usted también de amar a alguien?
Es todo cuanto debo informar.
Eva.-
Pd.: Pensábamos que podíamos y lo hicimos, levantamos vuelo tocando las nubes para sorprendernos, eran por demás ásperas a pesar de lo que siempre imaginamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario