miércoles

A los veintidós días del mes de abril

Me va a disculpar la rapidez pero es que esto se acaba de tornar para mí en un caso de vida o muerte por ende la urgencia me golpea la puerta y me obliga a escribirle lo antes posible.
La imagino, la imagino a ella encima suyo y no puedo contener mis lágrimas. Dígame más, explíqueme cómo es ella para parecerme, si acaso adora la economía, me preocuparé por entender si así debo hacerlo. Coménteme ¿Cuáles son los indicios que puede presentir usted para saber que puede llegar a amarla? estoy muy confundida y de repente las flores ahora son yuyos.
La angustia vuelve a ganarme y todo se desdibuja, aunque una sola cuestión me queda por aclararle si, acaso, debo aceptar su amistad y usted mi amor, así será. Solo le pido, casi le ruego, no me deje a un lado, de ser así, no podré imaginar por las mañanas lo lindo que seria poder tener de mascota a un elefante color fucsia.

Es todo cuanto debo informar,


Long Tall Sally.-


Pd.: El perro de la esquina y yo estamos pasando por nuestro mejor momento, me comento que va a mudarse ¿Y ahora a quien le ladrará?

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