miércoles

A los tres días del mes de Diciembre

Lo veo irse mi señor, lo veo alejarse y esta vez no me esta dejando pista alguna de los caminos que debo recorrer para poder seguirlo. En estos días todo lo veo borroso y siniestro. Todo confuso y desordenado, todo vacío de Usted.
Es verdad lo que menciona, es arena lo que en el aire se mezcla que aprovechándose de mi condición humana, la cuál me aleja de ser un camello y de poder protegerme con tres capas de cejas de este fenómeno por demás inusual, se divierte buscando entrar lo mas profundo posible en mis ojos.
Incomoda situación, con mis manos en los ojos no hago más que querer adivinar para dónde es que su cuerpo se retira, mientras en ellos solamente hay espacio para lágrimas, las cuales se tiñen de amarillo cuando se mezclan con estas dolorosas partículas.
Lo veo volviendo a llenar sus cajones con papeles, puros papeles que le certifican que es normal, que esta apto para sentarse al lado de cualquier persona en el subte. Sigue tranquilo con su camisa blanca pero sorprendiéndose cuando al abrir un cajón que consideraba vacío, este desborda arena, si otra vez esas partículas amarillas y molestas. Se que lo intenta con mucha fuerza Señor, se que cierra los ojos lo mas fuerte posible para poder olvidar esas épocas de caos y volver a ser quien era, volver a ese mundo en el que, entiendo, mi presencia no es grata. Pero solo una cosa quiero que quede clara, no fue todo pérdida Señor, fue búsqueda también y descubrimiento de que es posible una existencia basada en guiones sin argumento, donde el cielo puede ser del color que uno quiera y el helado es mucho más frío.
Se también que no se preocupa, sabe que me quedaré aquí viviendo y disfrutando de mi mundo de subjetividades donde los árboles son sillas, los patos fumadores y los mounstros dejan de asustar para ser los compañeros más fieles. Todo esta bien por acá, todo es diversión y se que siempre que siempre va a querer abrir ese cajón, es ahí en ese mismo lugar donde encontrará que lo que hemos tenido es eterno, tan solo por que sabemos que nunca existió. Es de esta forma que la historia vuelve donde empezó, Usted buscando y yo acá, en mi mismo lugar intentando que me encuentre.


Penny Lane.-


Pd.: Creíamos que podíamos y lo hicimos, simplemente nos fuimos olvidando lentamente.

domingo

a las primeras 24hs de noviembre

A la señora que me encontró,
Ya ha de pasar esto de una vez a mi pasado. Encasillaré estos documentos en la estantería de mis recuerdos. Estos no son sino una millonésima parte del arenero en mi cabeza. En ella van cayendo. Marcando el paso del tiempo. De la parte superior se precipitan para aterrizar silenciosamente y ser cubiertos por otros miles que los siguen.
A sucedido señora que uno de estos granos decidió subir una vez mas. Con destreza inigualable, luchando contra la corriente. Alcanzo finalmente su objetivo y allí se quedo. Aferrado como naufrago a la posibilidad del rescate. A sido ese recuerdo rebelde quien vino a salvarme. Me rescato del torbellino del presente confuso en el que estaba. Me trajo consigo el recuerdo único. El que me ha devuelto el eje en mi vida. El recuerdo de mi seres queridos. Me conecto una vez mas con mi familia, que estuvo a mi lado hasta ahora, y es cuando la redescubro.
Mientras el reloj sigue corriendo, descubro que esta roto, y la arena cae hacia afuera, formando junto con otros una infinita playa. De olas suaves y espesas, que roban la arena para llevarla al azul oscuro del pasado olvidado.
No deben quedar estas partículas cautivas, sino que deben ser libre, se sabe de una que supo explotar y gracias a eso pudo transformarse en universo. Dejare a mi recuerdo ser libre y junto con él construiré mi propia galaxia. Rodeándome de nuevos areneros, y dejando siempre en el interior de mis zapatos, algunos granos para mas adelante.
Me despido ahora si dejándola frente al mar. Sabiendo que usted podrá hacerse camino con su blanco camisón hacia las profundidades del océano.
Recuerde siempre que el fondo del mar esta cubierto de recuerdos, sin ellos solo seria agua.

Atte. Un hombre que no conoce.

P:D: Empaña el vidrio una respiración de una nariz apretada. Mira hacia afuera, con la vista perdida. No sabe lo que busca, solo sabe que en algún momento la respuesta aparecerá allí, empapada, golpeando la puerta de su mente para poder entrar.